México, 1867. Durante la revolución de Benito Juárez contra las tropas de Maximiliano de Austria, uno de los líderes del pueblo planea robar un ingente cargamento de oro en poder del despiadado coronel Skimmel que servirá para financiar la revuelta. Para ello deciden contratar al hombre más adecuado para la empresa, un mercenario conocido por su puntería que responde al nombre de Sabata.