Un barón siciliano (Mastroianni), casado desde hace doce años, se enamora locamente de su sobrina Angela (Stefania Sandrelli), una muchacha de dieciséis. Cuando comprueba que su amor es correspondido, empieza a pensar en el método más seguro para deshacerse de su mujer (Daniela Rocca): hace todo lo posible para inducirla a la infidelidad con el fin de matarla. Las leyes italianas de la época castigaban los llamados "delitos de honor" con penas mínimas. Como su mujer es decente, el plan no funciona hasta que regresa al pueblo Carmelino, un antiguo admirador suyo.