Un terremoto destruye la civilización micénica. Antes de morir, su rey encomienda a Medea al cuidado de su reina Pasifae. Luego del desastre, Pasifae da a luz a un hijo póstumo del Rey, y se decide reconstruir la ciudad en el mismo lugar del nacimiento. Sin embargo el niño nace deforme, y el Sumo Sacerdote da la orden de iniciar el culto a Moloch, cuyas ofrendas son víctimas humanas. Llega Glauco (Gordon Scott), hijo del rey de Tiro, y mientras se ofrece como sacrificio humano, instiga los ánimos de los rebeldes en contra de la tiranía para acabar con tal situación. Para evitar ser reconocido, Glauco se hace pasar por Hércules: su asombrosa fuerza le sirve también como fachada. Esperemos que le ayude en su lucha final contra el monstruoso Moloch.